BUENOS AIRES.- El Gobierno nacional reinstaló ayer el régimen de courier y de envíos postales, que pone nuevamente en funcionamiento el servicio de entrega a domicilio o llamado también “puerta a puerta” para las compras en el exterior.
La restricción de esa operatoria se había dispuesto a comienzos de 2014 para evitar fuga de dólares, pero su restitución fue anticipada la semana pasada por el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad.
La resolución 32 de la Secretaría de Comercio, que se publicó ayer en el Boletín Oficial, rehabilitó la compra de productos a domicilio a través de páginas web de firmas localizadas fuera del país.
Las operaciones, hasta ahora, debían pasar por la Aduana, donde se producían “colas infames” para retirar los productos, según definió Abad.
El funcionario describió que quien compra un libro para alguien que está estudiando o que quiere leer un buen libro debe pasarse dos horas en la Aduana para que se lo den. “Una cosa kafkiana”, calificó el funcionario nacional.
La medida exceptuó a esas importaciones de lo dispuesto por la resolución 5/15 del Ministerio de Producción, e incorporó ciertas mercaderías al régimen de Licencias No Automáticas de importación (LNA), corrigió inconsistencias y facilitó el monitoreo con carácter previo al libramiento de los bienes a plaza.
Hasta ahora, además de la obligación de retirar la encomienda en la Aduana, se debía presentar una declaración jurada con anterioridad al retiro o recepción de la mercadería, para lo cual se debía poseer CUIT, CUIL o CDI y clave fiscal con nivel de seguridad 2, como mínimo.
La reglamentación de la AFIP todavía vigente establece que los artículos que cuestan menos de U$S 25 no pagan ningún tributo; por sumas de entre U$S 25 y U$S 999 debe pagarse el 50% de su valor en concepto de derechos a la importación, y si se supera la última suma se aplica el Régimen General de Importación.
Por otra parte, la resolución de Comercio que firmó el secretario Miguel Braun extendió hasta 180 días la validez de las licencias de importación, en concordancia con el plazo de validez de las declaraciones efectuadas a través del Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).
Hasta ahora, como todos las compras son detenidas, el impuesto se pagó on line o en el banco antes de ir a retirar el producto por la Aduana. Antes de 2014, cuando se eliminó el sistema de entrega “puerta a puerta”, los impuestos se pagaban en efectivo, en la Aduana y sólo se aplicaban a algunos de los paquetes que eran frenados allí. La duda es si tras el anuncio se volverá al sistema anterior o si se implementará algún mecanismo mixto que permita pagar el impuesto y luego recibir la compra en el domicilio.
En enero del mismo año, cuando la AFIP aplicó nuevas restricciones, se implementó un límite de dos compras por año por persona. Si se excede ese tope, la compra debe ser retirada como si se tratara de una importación, lo que resulta mucho más complejo. (Télam-Especial)